Текст и слова песни Indio Solari – Ciudad Baigon
Porque hay un cielo que est? mejor
con pooles de venecita antigua
joden y te enga?an con crueldad
porque Positano es muy chico
y jam?s va a alcanzar para vos
no va a ser nunca tu para?so
Mir? las almas a tu alrededor
mir? el amor que est? a tu costado.
Muchos infiernos, diversos, v?
y sin embargo yo aqu? paseo
voy apilando puteadas y sigo ofreciendo mis gentilezas.
Te obligan siempre a volar as?
en bingo-fuel y ametrallado a sopapos
que la costumbre da por el mandato ruin de los muertos.
Un pobre diablo yo s? que soy
que v? a la vida con arrogancia
en fin. y gracias a dios (?Por dios!) no sigue nadie
con mis consejos.
Y los notables dicen que envidian a la gente com?n como vos
y se la pasan tratado de cagar a la horma del queso viejo.
Poder. placer. poder.
Rumores oscuros que confunden la cabeza
y perturban a los corazones secos.
Y va a llegar ese d?a en que se desvanezcan tus alegr?as
y esa llamita que, apenas, sos
se extinga y de ella no quede nada
ni la pregunta de c?mo hiciste para aguantar
y gastar tu vida entre todos tus venenos
y temores que te rend?an.
Y hasta el gusano que envidian todos
y que sabe muy bien que no est? hecho para el amor
r?e del placer de ser tan cruel e inaccesible.
con pooles de venecita antigua
joden y te enga?an con crueldad
porque Positano es muy chico
y jam?s va a alcanzar para vos
no va a ser nunca tu para?so
Mir? las almas a tu alrededor
mir? el amor que est? a tu costado.
Muchos infiernos, diversos, v?
y sin embargo yo aqu? paseo
voy apilando puteadas y sigo ofreciendo mis gentilezas.
Te obligan siempre a volar as?
en bingo-fuel y ametrallado a sopapos
que la costumbre da por el mandato ruin de los muertos.
Un pobre diablo yo s? que soy
que v? a la vida con arrogancia
en fin. y gracias a dios (?Por dios!) no sigue nadie
con mis consejos.
Y los notables dicen que envidian a la gente com?n como vos
y se la pasan tratado de cagar a la horma del queso viejo.
Poder. placer. poder.
Rumores oscuros que confunden la cabeza
y perturban a los corazones secos.
Y va a llegar ese d?a en que se desvanezcan tus alegr?as
y esa llamita que, apenas, sos
se extinga y de ella no quede nada
ni la pregunta de c?mo hiciste para aguantar
y gastar tu vida entre todos tus venenos
y temores que te rend?an.
Y hasta el gusano que envidian todos
y que sabe muy bien que no est? hecho para el amor
r?e del placer de ser tan cruel e inaccesible.
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